...el miedo que tanto tenía de que me dejaras se volvió una puta,
putísima, realidad, no entiendo bien porqué...
pero teóricamente se volvió a su pueblito, en provincia de Buenos Aires,
si, un chico de pueblo...si, un bonaerense, si, un pelotudo como
todos los otros que me agarré.
Poco menos de cuatro meses perdiendo el tiempo, dandote mi tiempo y confianza...
para que de un día para el otro, después de tanto calor humano y ternura...
Me hayas dicho: "abajo está abierto" y yo te respondiera: "ah bueno, nunca me acompañas
a tomar el colectivo, pero ahora ni bajás a abrirme...cualquiera, chabón"...
Dos semanas mas tarde te mando mensaje para que sepas que un gancho del pelo me quedó en tu
casa y no tenés mejor idea que decirme que abandonaste Rosario y que estas en tu pueblito...
no sin antes ningunearme y preguntarme: "quién sos"...
No me lo merezco, no me comporté como una hija de puta, ni mucho menos...
O quizás me lo merezco por ser tan pelotuda...
¿quién sabe?
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