Hija de papá Monto y mamá -ama de casa, amiga, compañera- militante por los DD.HH...
Soy mujer de bien después de haber sido bien criada y educada por ellos dos.
Soy amiga y compañera de mi hermana y hermano mayor... y compañera
de habitación y aventuras de mi hermano menor.
Soy fruto del amor entre papá Luis y mamá Moni.
"Soy las ganas de vivir, las ganas de cruzar,
las ganas de conocer lo que hay después del mar..."
Soy una ex marginal del estereotipo de belleza
-lo soy aún, pero se que valgo más que este bello culo-
Me considero y creo de mi una luchadora...
Mamá dice a veces que "la que toca, toca"...
y así es...
No me olvido de mi infancia feliz con el 1 a 1 -mentiroso después de tanto tiempo-
no me olvido de haber ido al trueque con papá y hermanito.
No me olvido que una vez, todo cambió.
No me olvido que "él" bajó los cuadros y que dijo que no iba dejar sus convicciones en la puerta de la Casa Rosada.
No me olvido del chau "Obediencia debida y punto final"...
No me olvido de los conductores de este movimiento Nacional y Popular,
no me olvido de dónde vengo...
Sé a dónde quiero ir...
No me olvido de mi beca nacional recibida en mis años de secundaria,
y tampoco de la sana envidia que me dió ver a mi hermanito con su netbook.
No me olvido de los treinta mil... Ni de los chacareros, ni de Buzzi traicionando a la Federación Agraria Argentina, así como tampoco de la Pato Bullrich en sus saltos a garrocha...
Menos que menos olvidarme de mi abuela María Ester diciendome el Sábado 13 de Agosto que iba a ir a votarla, porque todos estamos mejor y que los de la oposición son todos unos sinvergüenza.
No me olvido de la angustia que sentí cuando hace un año arriaban la bandera nacional los gendarmes, ni cuando los compañeros de la Unidad Bicentenario me dijeron que teníamos que ser fuertes, en memoria tuya y para darle fuerza a Cristina.
No me olvido de los pañuelos de las Madres y Abuelas, tampoco de que una de ellas me consoló cuando salí llorando ese 28 de Octubre...
Recuerdo a mis compañeros de militancia, todos y cada uno, desde que empecé a los 16 años,
tampoco de mi cumple de 17 en el local, para la resistencia de mis amigos, que hasta ese momento eran "gorilas"...
Así como no me olvido de todas esas cosas, de todos esos momentos, tampoco quiero olvidarme de mis lágrimas de emoción, de alegría del Domingo 23 pasado.
Se me salía el corazón de escuchar a Mamá Coraje, a mamá Cristina, la que logró la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, para que yo y mis compañeros podamos laburar con total libertad, como trabajadores de prensa, como sujetos que damos un discurso, como formadores de opinión.
Así como no me olvido de estas cosas tampoco quiero olvidarme de nada... No voy a olvidar de dónde vengo, ni dónde estoy ahora, ni de mis compañeros de militancia, ni de dónde estudio, ni adónde quiero ir...
No me voy a olvidar, porque el olvido es el peor de los males de cualquier ser humano.
Porque dejaría de llamarme Noelia Alicia si permito que todas las cosas buenas o malas que tengan que venir no las viviera con la intensidad que se merecen.
Porque mis raíces son nobles, los correntinos somos hombres y mujeres nobles...
Porque me enseñaron que la verdad lo único que no tiene es remedio...
Y porque la Justicia a pesar de todo, lo vivo en el día a día, se que llega.
No me olvido de nada, ni de nadie. Tener presente, el presente que vivo y tengo.
Porque todavía está todo por hacerse. "Multiplicar es la tarea". Ahí voy, ahí vamos, casi te diría que cada día somos más.
Gracias a papá Néstor y mamá Cristina, por dejarme vivir esta historia.
Gracias a papá Luigi y a mamá Moni por permitirme y hacerme ser quién soy en el día de hoy.
Noelia.